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La presidenta de la Asamblea alerta sobre la 'naturalización' de la violencia de género

El asesinato de mujeres, a su juicio, 'debe ser una cuestión de Estado', en el año más sangriento en la región con el asesinato de María, Ilham y Verónica.

La presidenta de la Asamblea de Extremadura, Blanca Martín, ha alertado este martes, 25 de noviembre, sobre la "naturalización" de la violencia de género y ha aseverado que el asesinato de mujeres "debe ser una cuestión de Estado".

En concreto, la jefa del Legislativo extremeño ha realizado estas declaraciones en el transcurso de su intervención en el acto con motivo del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, donde ha indicado que éste es el año más sangriento en la región con el asesinato de tres mujeres en poco más de cinco meses: María Varela, Ilham y Verónica González.

Así pues, la presidenta del Parlamento regional ha destacado que casi el dos por ciento de las mujeres extremeñas han denunciado violencia de género, una cifra que le produce “dolor, vergüenza, asco, rabia y fracaso”, porque la violencia contra las mujeres es una lacra social contra la que no se ha acabado ni se está minimizando.

De este modo, Martín se ha preguntado si es fácil matar, qué sienten quienes maltratan y si es de un ser racional ejercer control, dominación y violencia, al tiempo que ha recordado que se identifican ya, además, 12 tipologías de violencia digital contra las mujeres, según informa el Parlamento regional en una nota de prensa.

MISMO DISCURSO

A su vez, la presidenta de la Cámara regional ha reflexionado sobre esa especie de giro hacia la espiritualidad que surge estos días y cómo toda una mística envuelve la reedición de publicaciones exitosas en los ochenta que enseñaban a las mujeres a ser las perfectas anfitrionas, las reinas de las amas de casa.

“O eso que ahora influencers definen, o se autodefinen, como tradwifes. Diferentes nombres, mismo discurso”, ha afirmado. Un discurso, tal y como ha recordado, que pretendió desterrar Betty Friedan en su “Mística de la feminidad” porque bajo el mismo lo que se instauraba es la horma moral en la que se pretendió hacer vivir a las mujeres.

A su vez, la presidenta del Legislativo regional ha destacado que el conjunto de grandes relatos de la modernidad tiene algo común. Coinciden, por ejemplo, Rousseau o el Marqués de Sade, cuando de lo que se trata es de legitimar el uso y abuso de la violencia contra las mujeres.

Así, Martín ha considerado que la violencia contra la mujer es un constructo con múltiples capas que van desde teorías científicas y filosóficas hasta doctrinas morales y leyes. “Todo ello persigue una cosa: naturalizar la violencia de género”, ha aseverado.

La presidenta de la Asamblea también ha manifestado que le asusta el término “naturalmente” que se escucha con frecuencia en los debates políticos porque como naturales fueron entendidos los llamados “crímenes pasionales” que normalizaron el amor como justificación del asesinato. Ese, ha dicho, “tanto la quería que la mató”.

“Lo hemos vuelto a escuchar estos días tras el brutal asesinato, 50 puñaladas, de una mujer, María del Pilar, en Alpedrete”, ha recordado Martín, quien ha apuntado que le preocupa eso que algunos denominan el fin del mundo común, de una realidad compartida en la que términos asumidos para definir lo que existe, como la violencia contra las mujeres, se desdibujan.

NO ES UNA VIOLENCIA SIN MÁS

En este sentido, Martín ha afirmado que la violencia de género no es una violencia sin más, sino una forma de agresión que está enraizada de tal manera en la cultura que es percibida como el orden natural de las cosas o ni siquiera es percibida.

“Desmitificar este hecho, desnaturalizar lo que nunca lo fue, desnormalizar lo que no lo es nos corresponde a todos y todas”, ha destacado, al tiempo que ha indicado que es una realidad que existen mujeres asesinadas en un contexto particular: el sistema de dominación socio-sexual que se identifica con el patriarcado.

De la misma forma, la presidenta de la Asamblea ha añadido que feminismo y feminidad no son sinónimos y ha recordado las palabras de Isabel Coixet, quien manifestó que nació feminista y no le hacía falta leer nada para saberlo, simplemente estar alerta y darse cuenta de que el mundo “es chungo” para las mujeres.

CUESTIÓN DE ESTADO

Para finalizar, Martín ha considerado que el asesinato de una mujer no cabe ser relegado a una columna interior en la sección de sociedad porque el hecho de que sigan matando a mujeres debe ser una cuestión de Estado.

“La normalización nos silencia, nos condena, nos olvida. Nunca más el silencio. Para las mujeres la medida de la intimidad ha sido la de la opresión. Por eso explotamos y gritamos que lo personal es político. Para que ninguna mujer más tenga que soportar ni aguantar palizas en nombre de la naturalidad”, ha expresado Martín.

Para finalizar, la máxima responsable del Legislativo extremeño ha defendido la memoria de las mujeres y recordando a la filósofa, entre la mística y la política, Simone Weil, ha concluido que en tiempos como éste es imposible sin un alto grado de inconsciencia refugiase en la indiferencia.