Gata, inmensa y generosa

Y es que así es la Sierra de Gata, un lugar único, inmensa y generosa. Generosa como el corazón de sus gentes, los que invitan a conocerla por fuera y por dentro. Por fuera en un entorno paisajístico sin igual en el que los ríos, gargantas y piscinas naturales permiten un baño en una naturaleza privilegiada, a la que como apuntaba recientemente el Presidente extremeño, Guillermo Fernández Vara, "no se puede doblegar"... tiene ese indomable que caracteriza a esta tierra desde tiempos de Viriato.

A esa naturaleza pura, primigenea e indomable hay que sumar la Sierra de Gata que hay que conocer por dentro, la de sus pueblos y sus gentes. San Martín de Trevejo, Torre de Don Miguel, Gata, Hoyos, Villasbuenas, Robledillo o Trevejo son solo algunos de los exponentes de poblaciones que han sabido conservar la esencia de lo rural. Más allá de una arquitectura popular admirable y conservada, está el carácter amable de sus habitantes. Gente solidaria y hospitalaria, que lo demuestra no solo en un momento de necesidad como el actual para con sus pueblos vecinos, sino con todo aquel forastero que visita la zona.

No es casualidad que el viajero pueda conocer una "boiga", expresión equivalente a bodega, de la mano de su orgulloso propietario para quienes visiten Eljas, Hoyos o San Martín. Una "boiga" porque hasta dialecto propio tiene un lugar tan singular como la Sierra de Gata, "A Fala" una lengua conservada durante siglos por los habitantes de la sierra, especialmente en el triángulo que configuran las poblaciones que rodean el Monte Jálama (o Xálama), con sus casi 1.500 metros de altura y un lugar sin duda mágico.

Si a la variada paisajística, arquitectura única, o amabilidad de sus gentes, sumamos una gastronomía excelente reconocida por sus carnes o variedades micológicas, nos encontramos con un destino de turismo interior en potencia.

Turismo de interior de calidad, con una oferta excelente en cuanto a casas y hoteles rurales se refiere, con hospederías como la de San Martín de Trevejo, integrada en la red extremeña de hospederías. Paraiso de senderistas, como los propios practicantes de esta actividad la definen, por los cuatro valles que la forman plagados de caminos y rutas entre bosques y arroyos.

Espacios protegidos

Toda la Sierra de Gata Extremeña (junto con el sector del embalse de Borbollón) fue incluido en 1977 por ICONA en el Inventario Abierto de Espacios Naturales de Protección Especial. Incluida en el Programa de Áreas Importantes par las Aves de Sociedad Española de Ornitología (SEO). Limita por el oeste con la Reserva natural portuguesa de Malcata y por el norte con el Paisaje Protegido de El Rebollar, en la provincia de Salamanca. En el sector extremeño que nos ocupa sólo existen dos pequeñas Reservas Biológicas: la de Sierra de Gata, en el Valle del Arrago, y la del embalse de Borbollón, ambas gestionadas por el grupo ecologista ADENEX. Otros enclaves naturales de prioritario interés natural son el Castañar del Soto, en el Valle de la Vega de San Martín de Trevejo; La Cervigona, en Acebo, y la sierra de Santa Olalla, entre Cilleros y Hoyos.

Gastronomía

Según recoge la agrupación turística Turisgata, a todo ello se suma una amplia gama de productos agroalimentarios teniendo hoy sus mayores exponentes en la producción de aceite de oliva virgen, el vino, los quesos, las carnes, la miel, el pólen. Productos de calidad, en muchos casos con denominación de origen, como el aceite Gata-Hurdes, presentes en la apreciada gastronomía local.

Visitar Sierra de Gata

Quemadas más de 5.000 hectáreas en este fin de semana, una realidad y una tragedia para Sierra de Gata y para Extremadura, pero siempre un punto de partida para el viajero que no quiera dejar pasar la oportunidad de conocer un lugar único, que no deja indiferente y que, sin duda, le hará volver.