Acto en el Museo Guayasamín de la capital cacereña, donde se ha destacado la necesidad de "lucha y unidad" para acabar con la violencia machista.
25 November 2025
La Diputación de Cáceres se ha sumado a la conmemoración del 25N, Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres, con un acto institucional.
En la explanada de este museo, conocido también como Casa Pedrilla, se han interpretado piezas musicales a cargo de solistas de la Banda Sinfónica de la Diputación de Cáceres. Posteriormente, en el interior del edificio, se ha presentado la exposición 'Paredes que hablan', una experiencia sensorial con la que se pretende dar voz a las víctimas "invisibles" de la violencia de género.
Concretamente, se trata de una exposición de la Fundación Mujeres que ha sido inaugurada por la vicepresidenta Primera de Territorio, Igualdad y Cultura de la Diputación de Cáceres, Esther Gutiérrez. También ha asistido la diputada de Igualdad, Antonia Molina, y la directora de la Fundación Mujeres, Marisa Soleto.
Según Gutiérrez, "la base fundamental es la coordinación de las instituciones y es ante todo la unidad política, la unidad de todos. La respuesta a la violencia nos tiene que exigir que estemos unidos y sobre todo no permitir que haya ninguna grieta política, ni discursos negacionistas por parte de los representantes públicos, porque si hacemos eso estamos contribuyendo a dar amparo y refugio a los que maltratan".
La vicepresidenta Primera ha insistido en que "tenemos que ser intolerantes ante este tipo de conductas" porque "nuestra obligación es financiar políticas y proteger a las víctimas y erradicar la violencia".
Durante el acto, se han escuchado testimonios como el del hijo de Rosalía, junto con otros de familiares de Candy, Marta o Alicia, que conforman las voces de la exposición 'Paredes que hablan', inaugurada con motivo de este día. "Asesinaron a mi madre, le pusieron unas bombonas en casa, rociaron todo con gasolina, la esperaron, la mataron y el tío reventó con la casa", se ha podido escuchar.
Indicar que son reproducciones de muros que pueden ser de cualquier hogar, pero en los que ha quedado impregnado el dolor de toda una familia, porque el asesinato de una mujer, no es solo la muerte de esa mujer, sino el daño que hace a toda una familia, "es una bomba atómica que cae en una familia y que tarda años y años en poder superar".
DECLARACIÓN UNÁNIME
La declaración institucional, acordada por unanimidad de la Corporación de la Diputación de Cáceres, ha sido leída, en este caso, por el alcalde de Aldeanueva del Camino, Ricardo García, recordando que el pasado 27 de mayo, en este municipio de la provincia de Cáceres, María Varela Pinero, de 38 años, fue asesinada a manos de su pareja.
María, que se suma a Ilham, de 34 años, asesinada en agosto en Don Benito, y a Verónica, de 46 años, asesinada en La Codosera en Badajoz el pasado mes de octubre, son tres de las 39 mujeres víctimas de violencia machista en este año 2025.
García ha leido que, "a esta tragedia debemos sumar las innumerables violencias cotidianas que permanecen muchas veces invisibles y silenciadas: la violencia económica que priva a las mujeres de su independencia; la violencia vicaria, donde los hijos e hijas son utilizados como instrumentos de sufrimiento; la violencia digital, que se manifiesta en amenazas, acoso y chantaje en el entorno virtual; y la trata de mujeres y niñas con fines de explotación sexual, una de las formas más crueles de esclavitud contemporánea".
La declaración institucional tampoco se olvida del uso de la sumisión química, "una práctica deplorable que convierte a las víctimas en objetos sin voluntad para ser violentadas impunemente", ha leído el alcalde.
La diputada de Igualdad de la Diputación de Cáceres, Antonia Molina, ha invitado a visitar la exposición con todos los sentidos despiertos y con la fuerza de la unión, "en memoria de ellas, las que nos faltan, pero también como homenaje a las que denunciaron".
"Rompamos silencios -ha concluido Molina- porque el muro que separa a las mujeres que sufren violencia machista no está hecho de ladrillos, sino de silencios".
Tras el acto, que ha estado amenizado por las solistas de la Banda Sinfónica de la Diputación de Cáceres Sandra Caldera Ramos (clarinete) y Lucía Rosco Solano (violonchelo), se han podido visitar, en el interior de la Casa-Museo Guayasamín, distintos hogares. Se han abierto las puertas de historias de mujeres asesinadas, padres y madres destrozados, huérfanos y huérfanas en una exposición que viene a complementar el trabajo de apoyo y acompañamiento a hijos e hijas de mujeres víctimas mortales de la violencia de género en España, llevado a cabo por la Fundación Mujeres.
Ya, desde 2016, que nació el Fondo de Becas Fiscal Soledad Cazorla Prieto, se trabaja en la concesión de becas y el asesoramiento jurídico, apoyo económico y acompañamiento para el ejercicio de los derechos de las familias que han sufrido algún feminicidio.
Los objetivos principales de esta exposición es dar voz a las víctimas invisibles de la violencia de género, sensibilizar al público y promover la solidaridad y el compromiso individual. Se podrá visitar hasta el próximo 14 de diciembre.